Para los que no me conocen, a cada tanto me vienen pires y largo cosas como estas (quizá alguien recuerde el video con el que me inspiré a crear el desafío de 30 días: https://www.youtube.com/watch?v=JnfBXjWm7hc [aunque yo no terminé el mío del hacking si completé otros que no eran enfocados a nada de este mundillo jaja])..
Hoy fue uno de esos extraños días en los que me quedé a la última hora de una materia en la facultad, y quedé muy interesado con un concepto que dio el profesor, así que aquí se los traigo (es puro copy paste de otras páginas).
(Extraído de https://realizacionpersonal.wordpress.com/2012/04/25/la-regla-de-las-10-000-horas-para-el-exito/)
Básicamente yo creo que esos dos extractos de texto dan en el clavo. Si alguna vez te preguntas porque no te estás volviendo bueno en algo, ya sea deporte, rom hacking, etc., seguramente sea por una de dos razones.
1) No le estas metiendo demasiado empeño
2) Le estás metiendo empeño, pero no estás evaluando realmente lo que estás haciendo para realizar mejoras ("lo que no se puede medir, no se puede controlar, si no se puede controlar, no se puede mejorar").
En definitiva, en este caso lo voy a enfocar al rom hacking, que es la temática del foro, pero sirve para cualquier cosa. En particular es algo que sin ser consciente venía intentando hacer hace un tiempo en los deportes y eso. Ya sabes, si piensas que no eres bueno en el rom hacking, o que no eres bueno para asm, gráficos, etc., lo que pasa es que o no lo estás intentando lo suficiente (tantas personas se ponen en modo vagos porque tienen miedo de hacer cosas o sacar un beta y que no sea bueno), o que estás probando hacer cosas sin evaluar e intentar hacer ajustes. Quizá estás intentando aprender asm pero no has buscado un buen mentor, o sigues leyendo y leyendo o incluso intentando hacer la megaevolución de una sin intentar ir despacio intentando comprender del todo la base..
Tantas veces he escuchado no soy bueno con los scripts, no soy bueno con los gráficos, no soy bueno con esto, con esto otro, no sirvo para esto. La próxima vez, antes de decirlo, piensa en estas dos cosas:
-¿Le estoy dedicando lo suficiente?
-¿Lo estoy haciendo de la forma correcta?
Y luego cámbialas por estas:
-¿Qué voy a hacer para lograrlo?
-¿Cómo puedo ver si voy por el camino correcto?
¿Qué piensan?
Hoy fue uno de esos extraños días en los que me quedé a la última hora de una materia en la facultad, y quedé muy interesado con un concepto que dio el profesor, así que aquí se los traigo (es puro copy paste de otras páginas).
(Extraído de https://realizacionpersonal.wordpress.com/2012/04/25/la-regla-de-las-10-000-horas-para-el-exito/)
Y extraído de La práctica inteligente y deliberada versus el mito de las 10.000 horas.A principios de los años noventa, el psicólogo K. Anders Ericsson realizó un estudio en la elitista Academia de Música de Berlín. Con ayuda de los profesores de la Academia, dividieron a los violinistas en tres grupos. En el primer grupo estaban las estrellas, los estudiantes con potencial para convertirse en solistas de categoría mundial. En el segundo, aquellos juzgados simplemente “buenos”. En el tercero, los estudiantes que tenían pocas probabilidades de llegar a tocar profesionalmente y pretendían hacerse profesores de música en el sistema escolar público. Todos los violinistas respondieron a la siguiente pregunta: en el curso de toda su carrera, desde que tomó por primera vez un violín, ¿cuántas horas ha practicado en total?
En los tres grupos, todo el mundo había empezado a tocar aproximadamente a la misma edad, alrededor de los cinco años. En aquella fase temprana, todos practicaban aproximadamente la misma cantidad de horas, unas dos o tres por semana. Pero cuando los estudiantes rondaban los ocho años, comenzaban a surgir las verdaderas diferencias. Los estudiantes que terminaban como los mejores de su clase empezaban por practicar más que todos los demás: seis horas por semana a los nueve, ocho horas por semana a los doce, dieciséis a los catorce, y así sucesivamente, hasta que a los veinte practicaban bien por encima de las treinta horas semanales. De hecho, a los veinte años, los intérpretes de élite habían acumulado diez mil horas de práctica cada uno. En contraste, los estudiantes buenos a secas habían sumado ocho mil horas; y los futuros profesores de música, poco más de cuatro mil.
A continuación Ericsson y sus colegas compararon a pianistas aficionados con pianistas profesionales. Se repitió el mismo patrón: los aficionados nunca practicaban más de unas tres horas por semana durante su niñez; y a los veinte años, habían sumado dos mil horas de práctica. Los profesionales, por otra parte, habían aumentado su tiempo de práctica año tras año, hasta que a los veinte, como los violinistas, habían alcanzado las diez mil horas.
Practicar, practicar y practicar es pues el secreto. Sin embargo, Ericsson observó que esto no es suficiente.
La práctica, para llegar a la excelencia, ha de ser “deliberada”. De poco sirve repetir y repetir mecánicamente los mismos movimientos o ejercicios, sin modificar nuestra forma de ensayo. Así los mediocres llegan a automatizar sus prácticas, incurriendo en los mismos errores, por pequeños que sean, una y otra vez y no mejoran en su disciplina.
Daniel Goleman en su nuevo libro Focus denomina “práctica inteligente” a la “práctica deliberada” a que se refería Ericsson. Para mejorar una habilidad es preciso focalizar la atención en el ensayo. La práctica repetida nos permite transferir el control de una tarea que se realiza primeramente con esfuerzo deliberado a realizarla sin esfuerzo y de forma rutinaria.
En este punto radica precisamente la diferencia entre expertos y aficionados.
Los aficionados llegan a un punto en que se muestran satisfechos con sus habilidades y ya no precisan concentrarse plenamente en su tarea, realizándola de forma rutinaria. Mientras los expertos nunca dejan de prestar atención plena a su praxis. Se concentran activamente en los movimientos que deben perfeccionar, corrigiendo y ajustando continuamente sus modelos mentales.
Ericsson en sus estudios constató que los genios nunca dejan de tener un mentor, un entrenador o un coach experimentado que les proporciona feed-back sobre aspectos a mejorar . Los que llegan a la cima jamás dejan de aprender y entrenar y sí lo hacen sus habilidades descienden o se estancan.
Conocer nuestros puntos débiles nos permitirá utilizar estrategias de mejora continua. Sin embargo, la práctica inteligente no se basará únicamente en la concentración en estas debilidades, sino que centrarnos también en nuestras fortalezas nos dará seguridad y aliento para avanzar . La visión positiva motiva el placer y el disfrute en la práctica.
Básicamente yo creo que esos dos extractos de texto dan en el clavo. Si alguna vez te preguntas porque no te estás volviendo bueno en algo, ya sea deporte, rom hacking, etc., seguramente sea por una de dos razones.
1) No le estas metiendo demasiado empeño
2) Le estás metiendo empeño, pero no estás evaluando realmente lo que estás haciendo para realizar mejoras ("lo que no se puede medir, no se puede controlar, si no se puede controlar, no se puede mejorar").
En definitiva, en este caso lo voy a enfocar al rom hacking, que es la temática del foro, pero sirve para cualquier cosa. En particular es algo que sin ser consciente venía intentando hacer hace un tiempo en los deportes y eso. Ya sabes, si piensas que no eres bueno en el rom hacking, o que no eres bueno para asm, gráficos, etc., lo que pasa es que o no lo estás intentando lo suficiente (tantas personas se ponen en modo vagos porque tienen miedo de hacer cosas o sacar un beta y que no sea bueno), o que estás probando hacer cosas sin evaluar e intentar hacer ajustes. Quizá estás intentando aprender asm pero no has buscado un buen mentor, o sigues leyendo y leyendo o incluso intentando hacer la megaevolución de una sin intentar ir despacio intentando comprender del todo la base..
Tantas veces he escuchado no soy bueno con los scripts, no soy bueno con los gráficos, no soy bueno con esto, con esto otro, no sirvo para esto. La próxima vez, antes de decirlo, piensa en estas dos cosas:
-¿Le estoy dedicando lo suficiente?
-¿Lo estoy haciendo de la forma correcta?
Y luego cámbialas por estas:
-¿Qué voy a hacer para lograrlo?
-¿Cómo puedo ver si voy por el camino correcto?
¿Qué piensan?