En mi juego hay un chiste que forma parte de la historia, te lo cuenta un señor gordo:
Cuando estuve en Kanto, me topé con una pareja muy extraña, les acompañaba un Meowth que hablaba. ¿Te lo puedes creer? ¡Hablaba! Mientras yo continuaba estupefacto, el Meowth se dirijió a mí:
- Meowth: Era...